Gandhi Vázquez

Llega octubre, y como compañera del mes, impresionantes lunas que visiblemente se acercan lo más posible a nuestro planeta, el mes se caracteriza, dentro de tantas cosas, por el satélite natural que ilumina en las noches nuestra bella Tierra.
Sin embargo, el día de hoy no escribiré sobre la Luna en sí, sino sobre algo que desde pequeños hemos visto en ocasiones aprendido en cuentos, leyendas e historias y que derivan en uno de mis seres vivos favoritos, los conejos.
En México, cuenta la leyenda que el dios Quetzalcóatl se hizo humano y bajó a la Tierra a observar la creación de todos los dioses, después de tomar un largo recorrido, decidió sentarse a admirar las estrellas que iluminaban la noche, en ese momento se acercó un pequeño conejo que dentro de la plática, le ofreció del alimento que comía, a lo que el dios le rechazó argumentando que no podía comer de ello y seguramente su destino sería morir de hambre, entonces, el conejo preocupado y actuando de la forma más humilde, se ofreció él mismo como comida y sustento; Quetzalcóatl conmovido, tomó al conejo entre sus manos para acariciarlo y lo levantó muy alto, para que todo el mundo viera a una criatura que habría decidido dar su vida por otra; el conejo fue levantado tan alto que su silueta quedó grabada en la luna de aquella noche.


En otras partes del mundo también se cuentan historias, leyendas, fábulas, mitos y más con relación a estas criaturas, me será muy complicado poder abarcar desde la información cultural como la biológica de estos seres, pero trataré de explicar un poco quiénes son y por qué son tan populares dentro del mundo de las tradiciones.
Como lo hemos visto a lo largo de algunos otros escritos, los seres vivos nos clasificamos con base en características en común, muchas de estas clasificaciones generales las aprendemos a inicios de nuestra vida académica, sabemos que existen animales vertebrados e invertebrados, y que dentro de los primeros, están los peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos, nos vamos a enfocar a este último grupo. Dentro de los mamíferos vamos a encontrar a los monotremas, como los ornitorrincos, a los marsupiales, como los tlacuaches y a los placentarios, como nosotros y los conejos. Los conejos son un grupo de
mamíferos placentarios llamados lagomorfos, quienes involucran también a las liebres, pese a que muchas veces son confundidos con roedores, pertenecen a un grupo distinto con más de 100 especies distintas.


Dentro de las características principales de los conejos y que es probable que por eso los confundían con la familia de los ratones, están los dientes incisivos superiores, los famosos “dientes de conejo” sin embargo, los conejos tienen dos pares superiores aunque parezca que son uno solo, estos dientes se la pasan creciendo y está cubiertos por un esmalte que los recubre por ambas caras, el tamaño y la complexión es más que conocida por todos, pero hay algunas características que seguramente son de interés.
Las colas de los conejos y principalmente las liebres, sirve para regular su temperatura (termorregulación), sus colores que no son muy llamativos los utilizan como camuflaje según el hábitat en el que se encuentren, aunque algunas partes del cuerpo con coloraciones distintas las utilizan para comunicarse, tal es el caso de las orejas y la cola. Tienen pelos que les permiten sentir parte del entorno, están ubicados en la zona de la boca (los bigotes) y en las cejas, además en la planta de las patas tienen cerdas endurecidas que se cree que ayudan a reducir los impactos de los saltos y acelerones de los animales. Quizá has visto el famoso olfateo de los conejos, pues entre la nariz y la boca, está ubicada una fosa sensorial que atraviesa todo el labio superior, haciendo muy característico el husmear de estas creaturas, bueno, pues de esta anatomía se desprende el nombre de un padecimiento en el ser humano, el “labio leporino”.

En México, existen 15 especies de conejos y liebres, de las cuales 8 son endémicos, es decir, sólo existen en el país, México es la nación más rica en variedad de lagomorfos, por lo que es de vital importancia cuidarlos, además de que su caza está prohibida, aunque esta práctica se realiza mucho en zonas rurales o montañosas para el uso y consumo humano. Dentro de las principales especies están el conejo zacatuche o teporingo, el conejo de omiltemi, conejo de las Islas Marías, el conejo castellano, conejo del desierto y el mismo conejo mexicano entre otros. El conejo mexicano es quizá de las especies más populares ya que es el más cazado de entre las demás, principalmente por su gran tamaño y contenido cárnico, se encuentra en listas rojas de especies amenazadas y aunque está catalogado como preocupación menor, es importante entender que a pesar de la facilidad que estos tienen para reproducirse, es importante también ser conscientes de la importancia de la prevalencia de cada individuo en algún ecosistema. 

Los conejos tienen una gran importancia ecológica, ¿recuerdan cómo inició el escrito del día de hoy? En efecto, la importancia radica en que sirven como alimento a otras especies que se encuentran en mayor cantidad, aquellos consumidores secundarios como coyotes, lobos, serpientes, águilas, búhos, linces, halcones, y más especies que están, muchas de ellas, amenazadas o en peligros críticos. También, al alimentarse de pastos, arbustos y algunas partes de árboles, regulan el crecimiento poblacional de las mismas, también ayudan a la dispersión de varias especies de plantas tras consumir sus semillas y defecarlas en otros sitios. 

A nivel económico su importancia radica en el sector gastronómico y de productos realizados con su piel, estos conejos son criados con estos fines y gracias a ello, la diversidad y número de individuos de vida silvestre pueden regular sus poblaciones. También, en algún punto se han diversificado algunas especies y variedades, y aunque quizá en México no, pero sí en otras partes del mundo, son mascotas muy recurrentes, incluso en Inglaterra existe el British Rabbit Council, un organismo dirigido a los entusiastas de los conejos.
No cabe duda que son animales fantásticos, que en donde quiera que voltees a ver, televisión, cine, videojuegos, literatura, arte, podrás encontrar muchas referencias a estos magníficos animales, pero sobre todo, y sobre todos, está desde la luna observando a todos y enseñando la lección del propósito con el que los dioses antiguos quisieron mostrarlo.

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