Ana Franco

El cine llegó a mí como una cura contra el tedio de lo cotidiano, se presentó como la única alternativa interesante mientras pasaba una época aburrida: la preparatoria. Ese momento en la que todo te molesta, pero tampoco sabes lo que buscas.

Al inicio me bastaba con ver las películas más rentadas en blockbuster, pero luego ya no era suficiente. Después era necesario buscar lo top ten de las películas más grotescas, o el de las películas más románticas para poder saciar mi sed, y así deleitar mis sentidos con historias interesantes, divertidas y llenas de paisajes que en muchos casos me llevaban a viajar lejos.

El cine ha sido un gran aliado y gurú en mi vida, en diferentes ocasiones me ha dado las respuestas a los más grandes enigmas y problemas que paso, los filmes son amigos que me acompañan en diferentes momentos y me alientan o me detienen para hacer o deshacer. Este arte en constante evolución es como la vida misma; cambiante, a veces clara y en otras ocasiones muy oscura, pero al final del día, sumamente interesante.

Como no quiero que esta presentación sea larga como la cuarentena, finalizo haciéndote una invitación para que juntos vayamos conociendo directores, así como historias hermosas, desgarradoras e increíbles, que espero te puedan ser de ayuda para atravesar y responder tus demonios.

“No vengo de la escuela de cine, aprendí cine en el cine viendo películas ”.

—Wong Kar-Wai