Por Federico Sánchez

Cuando nosotros deseamos emprender tenemos un plan de acción que involucra nuestra ubicación, las utilidades y herramientas que voy a utilizar para la implementación de mi marca, sin embargo ¿alguna vez te has puesto a pensar cual es sería el nombre adecuado para nuestra marca? Recuerda que es lo primero que nuestros clientes van a recordar, además de que lo podrán diferenciar de la competencia y al mismo tiempo lo identificarán.  

Por ello, la importancia de seleccionar un buen nombre para nuestra marca, en algunas ocasiones puede resultar no tan difícil elegirlo, pero si consideramos algunos elementos es más probable que estemos cerca del éxito, por tanto, veremos algunos consejos y recomendaciones para la implementación de nuestro nombre apoyándonos en las técnicas del naming. 

El naming podemos definirlo como el conjunto de estrategias que utilizamos desde el ámbito del marketing para nombrar a una marca y aunque parece que no puede ser nada complejo se requiere de una guía de directrices y procedimientos en los que se ven involucrados elementos creativos y analíticos, por lo que el error más grande que se tiene al nombrar una marca es que se llega a la improvisación y se cree que todo tiene que ver con la suerte. 

Es importante también hacer la siguiente acotación: no es lo mismo el naming que el branding, si mantienen una relación entre sí, pero el branding hace alusión a todo el proceso de identidad corporativa por lo que el nombre debe servir de apoyo para los objetivos que busca el branding es decir, crear un nombre coherente en razón de los valores que tiene la marca. 

¿Cuáles son las características de un buen naming?  

  • Diferenciador: Cómo va destacar dentro de su competencia, debe resaltar inmediatamente dentro del universo en el cual se va involucrar.  
  • Sonoridad: Puedes hacer una prueba diciendo el nombre en voz alta, este debe ser fácil de pronunciar y debe escucharse bien.
  • Proyección: El nombre debe evocar los valores y personalidad que tiene nuestra marca. 
  • Apariencia: Como se observa la palabra, puedes hacer un ejercicio de impresión para verificar si se lee bien. 
  • Unívoco: es importante que no se preste a interpretaciones que nos puedan afectar. 
  • Registro: Debes registrar el nombre, de lo contrario de nada servirá si no realizaste el procedimiento para patentarlo. 

Los tipos de nombres de las marcas pueden ser descriptivos indicando que hace la marca, acrónimos retomando la abreviatura de un nombre que presenta una descripción, nombres abstractos que pueden resultar interesantes porque no son muy comunes y nombres sugerentes que transmiten la experiencia de la marca. 

A continuación, unos ejemplos de naming en el mercado y que resultaron exitosos: 

  • FederalExpress – FedEx.
  • Lucky Goldstar – LG 
  • Graphics Group – Pixar 
  • Jack Daniel’s 

Finalmente podemos concluir que implementar el nombre en una marca requiere de una habilidad y creatividad que muy pocos llegan a dominar, en razón de que muchos atribuyen su éxito y fracaso al nombre que los representa en el mercado además de diferenciarse ante la competencia, por lo que el nombre siempre debe estar presente tanto en los integrantes de la empresa como en la mente de los consumidores. Ahora la próxima vez que pretendas pensar un nombre para una marca toma en cuenta todos los elementos mencionados apoyándote del branding y los resultados pueden ser más satisfactorios a largo plazo.  

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