Por Darth Mortus

Tomar la pastilla azul o roja, desde que se presentó esta analogía en la trilogía “The Matrix” ha sido la clara representación de vivir en el engaño o de liberación, ya sea mental o espiritual, de ascender a un mejor estado de vida y superar las ataduras. La idea es simple y clara, pero no del todo acertada, ya que no podemos dejar que una decisión tan importante tenga simplemente 2 respuestas, además de ser pretenciosa y de dividir en dos bandos: o eres o no eres.


Razones para dejar las redes sociales hay bastantes, y aquí mencionaré aquellas que me hicieron eliminar mis perfiles de internet, iniciando por las más prácticas hasta rozar un poco con lo conspiranoico.
Es bien sabido que las redes sociales generan adicción, muchos usuarios lo saben o tal vez todos, pero la pregunta es ¿cómo es que generan esta necesidad de conexión? La respuesta a esto puede variar de acuerdo a cada persona, pero se basa principalmente en un sistema de interacciones: publicas una foto o un texto en espera de una respuesta, algunas personas encuentran más satisfactorio la aparición de una respuesta a lo publicado, y otras se sienten más atraídas o satisfechas en el tiempo entre la publicación y la respuesta, prefieren la expectativa de lo que sucederá al resultado final.


Hay que tener muy en cuenta que en las plataformas digitales, sin distinción, y sin importar lo que digan los programadores y dueños de estas compañías, nosotros no somos personas, somos perfiles, usuarios, y los demás perfiles que tenemos añadidos, no son nuestros amigos, no existe una relación, solamente una interacción que se genera a través de los comentarios o de los botones de “me gusta”.


Bauman también menciona que en las redes sociales no son necesarias las habilidades sociales, no tienes que salir a la calle y relacionarte con extraños, entablar una conversación y generar una conexión con estas personas, en internet es tan sencillo como dar click en “agregar amigo” o si crees que tu relación terminó, puedes eliminar al perfil. También menciona que esto es resultado de la individualización que vivimos en la actualidad, anteriormente pertenecías a una comunidad, y ahora tú puedes crearla en internet, decía también que eras parte de un grupo de gente y en las plataformas digitales la red te pertenece.


Una de las ideas más polémicas de este pensador afirmaba que las redes sociales no te conectan con las personas, no te acercan, al contrario, te aíslan e incrementan tu sensación de soledad, precisamente por las razones anteriormente mencionadas: no sales de tu casa para interactuar, además de que te encierran en las cámaras de eco, un concepto que explica que te relacionan con personas que tienen gustos similares, ideas, pasiones, y que paradójicamente, te dejan solo y sin posibilidad de refutar tus ideas, de entablar un diálogo, producto del famoso algoritmo, concepto que explicaré más adelante.


En facebook y en twitter existe una forma de generar adicción con una simple acción: al entrar en esas plataformas puedes hacer el “scrolling” y hacerlo por tiempo indefinido, no tiene fin, pero llega un momento en que esa acción puede ser aburrida, ya que lo que aparece puede no ser de tu interés en ese momento, y para reiniciar esto solamente basta ir al inicio y actualizar el feed, acción que principalmente se hace presionando el pulgar en la pantalla y bajarlo para que aparezca un ícono de carga y listo, tienes publicaciones nuevas para ver o interactuar.

Esta acción de reiniciar el feed es bastante similar a las que tienen algunas máquinas de apuestas llamadas slot machines, en donde jalas una palanca situada al costado y esperas que el resultado de esto te sea favorable, te beneficie y resultes ganador del premio, es decir, el ícono de carga es similar al de ver cómo los símbolos aparecen en las máquinas de apuestas, la expectativa de ser el ganador es lo que se busca, y ten en cuenta que al estar conectadas al internet, reiniciar el feed es casi instantáneo, y aun así aparece el ícono de carga para generar esa dependencia.
El algoritmo de estas redes sociales tiene cualidades casi divinas, pero eso no significa que tenga un origen sobrenatural, está diseñado de tal forma que cada vez que estás conectado aprende de ti, llegando a un punto en el cual y sin exagerar, sabe más de tí que tú mismo, y como lo había mencionado, aprende cada vez que te conectas, sabe cuanto tiempo te quedaste viendo una foto, un video, conoce tu historial de búsqueda, sabe lo que comentaste en una publicación o la reacción que generó un texto, es omnisciente.
Una vez que logró identificarte, te agrupa con personas similares a ti, te encierra en cámaras de eco, lugares virtuales en donde lo único que se escucha es el sonido de sus intereses, sin capacidad de réplica, generando opiniones que pueden ser desde cuestionables hasta polémicas, alentadas por los otros miembros, y ejemplos podemos encontrar bastantes: políticos, sociales, relacionales, esto de juntarte con otras personas iguales a tí no es bueno, no expande el horizonte, solamente hace que tus ideas suenen con la intensidad de otras cientos.
Explicar el funcionamiento del algoritmo puede tomar mucho tiempo y espacio de esta columna, pero su funcionamiento es claro, y ha habido personas que se han aprovechado de esto para beneficios de unos cuantos, y es aquí que entramos un poco dentro de los usos cuestionables de las redes sociales, en donde rozamos un poco en las teorías de la conspiración pero que no significan que no haya pasado, desde influir en tu manera de pensar hasta modificar resultados de elecciones de un país.

En la siguiente ocasión veremos algunos ejemplos del uso de redes sociales llevado a extremos, en donde espero, haga cuestionar tu participación en las plataformas digitales, y para terminar quisiera mencionar una frase de Foucault que es lo que quiero exponer en estos escritos : lo que quiero exponer no es que todo sea malo, sino que todo es peligroso.

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