Por María Nava.

Las mujeres son el talento más grande y desaprovechado del mundo.

Hillary Clinton

El 2021 quedará en la historia por ser el año donde por primera vez gana una administración morenista, y despide a una administración que estará lejos de ser vista como buena. Será difícil para Lorena Cuéllar, levantar el desastre económico, de seguridad y social que deja Marco Mena en Tlaxcala.

Marco Mena deja a un Tlaxcala desprotegido y que día a día hace que muchas mujeres se sientan inseguras al salir a la calle y estando en casa. Del informe sobre violencia contra las mujeres, publicado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp), correspondiente a enero de 2021, se desprende que fueron iniciadas 12 carpetas de investigación de violencia de género. De ese total, tres corresponden a asesinatos cometidos en agravio hacia las mujeres, de los cuales, uno es investigado como homicidio culposo. Mientras que el resto como feminicidios en los que las víctimas no conocían a su agresor.

De los tres asesinatos perpetrados contra mujeres en el estado durante el primer mes del presente año, dos han sido clasificados como feminicidios, pero al presentar una tasa de 0.28 por cada 100 mil mujeres, comparativamente con la nacional de 0.10, Tlaxcala se ubica en el segundo lugar del país.

Cuando leo estos datos, siento un abismo en el pecho porque las cifras siguen creciendo, pero aún más porque esos datos quedan como una estadística más que, gobernantes como Marco Mena ignoran, mientras siguen edificando nuevas carreteras o autopistas para que su administración sea recordada.

En Tlaxcala hay todo tipo de mujeres, desde mujeres que crecieron en un entorno carente, pasando por niñas que se criaron en una comunidad indígena, hijas de empresarios, artistas, intelectuales, destacados profesionistas de la clase media alta, hasta mujeres que crían proxenetas para que al crecer recluten más mujeres para la prostitución, todas las mujeres de esa muestra tenemos algo en común: sobrevivimos en un estado feminicida.

Este desastre llamado Marco Mena deja un gobierno impune, a padres de familia preguntando dónde está su hija, como el caso de Daniela Muñoz, una joven desaparecida en septiembre de 2020. El culpable ya está en prisión, pero a pesar de eso, aún no se puede saber su paradero.

Los padres de la joven Daniela han alzado la voz y denunciado que el proceso de búsqueda por parte de las autoridades encargadas de procurar justicia está lleno de irregularidades. Las trabas jurídicas y legales, solo han hecho que su desesperación crezca y siga sin respuesta, o también a Linda quien fue asesinada en el pasado marzo y que como muchos otros fue archivado y terminará en una investigación inconclusa en la PGJE.

El Tlaxcala donde vivimos… donde a los gobernantes se les olvidan los feminicidios, también hay mujeres que salen por sus calles para recordar a todos que aún nos faltan ellas. Cuando las mujeres protestan y se logra trascender las descalificaciones que por lo general acompañan a sus manifestaciones, se logra una respuesta que “calma” por un momento, pero que es la única solución que las autoridades pueden dar para que los manifestantes se vayan, como si estuvieran haciendo un favor al dar una respuesta. Como si la realidad que vivimos las mujeres en el país fuera nuestra culpa por nuestros hábitos o por el simple hecho de ser mujeres, cuando es culpa de una falta de justicia y educación integral.

Todo lo anterior revela una crisis de estado, algo que no se arreglará solo con protocolos a modo, ni con cursos de sensibilización, ni con instituciones especializadas. Y hasta que no lo entendamos, las mujeres seguirán saliendo a la calle para recordarles a los gobernante la crisis social que aqueja a Tlaxcala.

Las mujeres ya no quieren escuchar más promesas como las que dijo Marco Mena, quieren un gobierno de resultados y que haga que las congéneres se sientan tranquilas en casa y en la calle. Las mujeres quieren que los maltratadores y feminicidas no están libres y paguen por esos crímenes. Y cuando ese sea el mensaje y ejemplo que se mande a la sociedad mexicana, tal vez todo empiece a cambiar.

Tlaxcala no debe ser reconocido por Tenancingo y violencia de género, queremos ser reconocido ante el mundo por el pulque, el carnaval y los paisajes de ensueño, no como la cuna de los proxenetas.

Marco Mena se va sin lograr un cambio y sin entablar diálogo con algún grupo feminista o los padres de una desaparecida, Marco Mena se va conociendo el problema, pero sin hacer nada…  ¿Con quién tenemos que hablar las mujeres tlaxcaltecas para que se atienda la emergencia? ¿Cómo se hará justicia por aquellas que ya no están? ¿Cuántas más marchas o recordatorios necesitan?

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