Por Lía Tapia
En artículos pasados, hablamos sobre cómo observar y evaluar tu armario para descubrir los mensajes que este trasmite y aluvme wigs on sale défilé de mode robe de soirée hängevitrine landhaus amazon brown bear brieftasche piazza venezia borse kot ayakkabı modelleri kadın penezenka portlnd crib and dresser set Canada robot dog canada wäschespinne toom team uniforms portable led work light piazza venezia borse univerzalne knizkove puzdro na mobil sukienko spodenki Polanddemás como este refleja el cómo te percibes a ti mismo y cómo otros lo hacen. Si no lo has leído, te sugiero revisarlo para que puedas comprender y analizar un poco sobre qué dice tu ropa de ti, puesto que necesitaremos saberlo para lo que hablaremos en este artículo.
En incontables ocasiones he escuchado esta peculiar frase; “a mí no me importa cómo me visto”, “la ropa y el vestirse bien, es superficial” y peor aún, afirman que esta nada tiene que ver con lo que son en realidad.
Pues déjame decirte que si eres de los que piensa esto o incluso lo cree fielmente, déjame decirte que estás dándole menos crédito a la apariencia de lo que deberías. Indudablemente es importante prestar más atención a lo que eres por dentro, sobre cómo te sientes, tus habilidades, tu personalidad, etc…
Sin embargo, hay dos cuestiones que debes tener fuertemente en cuenta de la misma forma.

Pero, así como los sueños, las metas y los proyectos, tu imagen ideal también necesitan trabajo y orden, por lo que es necesario que esta se desarrolle con cuidado para conseguir los objetivos que deseas tanto a nivel profesional como personal.
Para esto, es importante tener en cuenta 4 elementos: cuerpo, interior, imagen y estilo. A continuación, abordaremos algunos aspectos de cada uno.
La primera es que, quieras o no, la primera impresión dura tan solo 30 segundos y por lo general consiste únicamente en lo que proyectas físicamente. La segunda es que, si tienes en orden tu nivel interior, tus sentimientos, el trabajo en tus habilidades y la autenticidad de tu personalidad, no tienes nada de qué preocuparte con tu imagen, ya que proyectar todo tu potencial vendrá casi que con naturalidad. Recuerda la frase que innumerables veces menciono; para ser hay que parecer. Así que tu apariencia, así como la indumentaria que se utiliza, son de gran importancia, y no solo porque refleja todo eso que a nivel interior quisieras que otros conocieran de ti, sino porque con ella comunicas aspectos y cuestiones que muchas veces no lograrás transmitir con palabras.
Plan maestro para el desarrollo de tu imagen
Tu interior
Es todo lo que tienes a nivel de personalidad, emociones, pensamientos, decisiones, etc., y es todo aquello que creemos que podemos esconder o controlar. Sin embargo, esto es lo que en realidad se refleja más en nuestra imagen y es ahí donde tenemos que encontrar los puntos en los que deseamos trabajar y aquellos que más buscamos destacar a la hora de construir nuestra imagen.
Tu interior te dará información sobre los objetivos que quieres alcanzar con tu imagen y aquellos que no estás alcanzando a causa de no haber trabajado lo suficiente en estructurar una imagen que refleje todo lo que quieres que otros conozcan y reconozcan de tu personalidad a primera instancia.
Tu cuerpo

Es el resultado de tres cosas: tu genética, tu contexto y tus decisiones. Mucho de lo que tu cuerpo es, no lo puedes controlar, a menos de que incurras en cirugías o medidas extremas, e incluso así hay muchas cosas que no podemos modificar, pero es importante que reconozcas la belleza que tiene tal y como es, pero que sobre todo aprendas a conocerlo e identificar como puedes sacarle un mayor provecho.
Cada parte de tu cuerpo tiene una característica particular que puedes explotar a tu favor y si bien ninguna será mala o buena, analizar cada parte es importante porque tendrás mayor información para estructurar una imagen de acuerdo a tu cuerpo, en lugar de diseñar una que no se ajuste a ti, te haga sentir incómodo o disminuya el potencial que tienes.
Tu imagen es la manera como usas las prendas de vestir, accesorios y complementos para armar un conjunto entre tu cuerpo y tu interior y comunicar al mundo lo que eres y lo que quieres ser. Es el mensaje que estás dando al mundo de ti y debe contener toda la información necesaria para que te perciban y traten de la forma que buscas o esperas.
En definitiva, es lo que compone la primera impresión que tienen otros acerca de ti.
Tu estilo

Este viene acompañado de tu estilo de vida. Muchas personas creen que estilo es tu forma de vestir, pero en realidad es algo que cubre todos los otros elementos anteriores. Estilo va mucho más allá de lo que percibe la mirada. Tu estilo es tu ideología, tu forma de llevar la vida, tu esencia, tus sentimientos, lo que te hace vibrar y lo que te apaga. Todo lo que te hace único desde tu centro, aquello que eres en esencia y que no puedes evitar.
Ahora que sabes la diferencia entre todo esto, es momento de que te hagas una pregunta fundamental: ¿para qué tengo el estilo que tengo? Por más de que pienses que no te importa mucho lo que te pongas o cómo te vistas, la ropa que compras la has elegido por una razón y con cierto nivel de criterio. Nadie va a un centro comercial con los ojos vendados y trata de tomar la primera prenda que pueda tocar y la compra. A la hora de elegir prendas todos tenemos nuestros factores y tienen una razón detrás de ellos. Tal vez te vistes así porque te quieres sentir bien y elegante todos los días, o quieres que en tu oficina te vean con respeto y admiración, o tal vez quieres estar cómodo y fresco para hacer tu trabajo. Piensa en las razones que te han llevado a elegir las prendas que tienes y piensa si en realidad haz cumplido los objetivos para los que las compraste, o si tal vez están teniendo el efecto contrario.
Ahora bien, crear tu nueva imagen es algo que requerirá de muchos elementos que te estaré compartiendo en los siguientes posts, pero por ahora debes determinar esas razones que te llevan a tener el estilo que tienes, y encontrar qué es lo que realmente quieres lograr proyectar con tu imagen.
Teniendo eso claro, es momento de comenzar a comprar siempre con un plan en mente. Cuando adquieras una nueva prenda, debes tener en cuenta estas nuevas razones u objetivos que te has planteado además de pensar:
- ¿Con qué me la voy a poner? De lo contrario, terminarás comprando prendas sueltas que no sabrás con qué ponerte y no te ayudarán a estructurar esa nueva imagen que buscas.
- ¿Me siento YO con esta prenda y la voy a usar de verdad? De nada sirve comprar prendas que se le ven geniales a alguien más. Recuerda que tu imagen debe ser algo que salga da ti y que refleje tu esencia, no la de otro.
- Si es posible, ¿Qué prenda voy a reemplazar por ésta? No se trata de llenarnos de ropa y terminar (como hablamos en el post pasado) con un armario lleno de ropa y sin nada que ponernos. Es importante tener las prendas necesarias y que más reflejen nuestra autenticidad, para que nuestra imagen sea realmente aquella con la que soñamos.
- ¿Es básica, clásica y atemporal? Está bien que en ocasiones compremos prendas que sigan la moda del momento, pero trata de que sean pocas y muy esporádicas. Lo ideal es que no te llenes de prendas que vas a dejar de usar en poco tiempo o que sean muy difíciles de combinar, o de lo contrario tu armario no tendrá versatilidad y tendrás que renovarlo frecuentemente.
Estos primeros pasos te ayudarán a empezar a estructurar un plan maestro para lograr el estilo de vida con el que tanto sueñas, construyendo una imagen que sea acorde a tu cuerpo y en línea con tu interior.

En el siguiente artículo te compartiré más pasos y consejos para complementar este plan y así puedas lograr todos tus objetivos, pero si lo que quieres es una renovación completa, en la que aprendas a vestirte para toda ocasión, a manejar tu cuerpo y amarlo tal y como es, no dudes en escribirme a @possebylia y agendar una valoración totalmente gratis.
¡Feliz semana! Con cariño, Lía.