En el marco de la investigación que la FGR mantiene en contra de científicos, académicos y exfuncionarios del Conacyt, quienes presuntamente desde ese organismo autorizaron un millonario financiamiento, SinEmbargo retoma la siguiente investigación de la organización PODER que se publicó en marzo de 2020 y en donde revela los gastos que realizaban los coordinadores del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, A.C.
Durante el último año, los académicos que dirigen el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, A.C. reportaron en sus gastos viajes internacionales con destinos como “Bruselas, China, Colombia”, compras de carnes frías, desayunos en restaurantes lujosos como el Saks de Polanco, gasolina para autos, servicios de estacionamiento, equipos celulares, tintorería y líneas telefónicas particulares.
Pero el más alarmante de los gastos, que además es una irregularidad, es la adquisición de un inmueble. Cada año el Foro A.C., creada en 2002 y suplantando a lo que debió ser un órgano interno del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), justificaba con su Informe Técnico Financiero en qué se gastaban el dinero del presupuesto que se asignaban. No obstante, en ninguno de los informes presentados por la A.C. reportaron haber adquirido fondos para comprar un inmueble. La compra ocurrió en 2015.
Se trata de la casa ubicada en el domicilio Melchor Ocampo, Casa #305 (antes 107), en una zona residencial del centro de la colonia Coyoacán, en la Ciudad de México. PODER posee copias selladas de los registros catastrales en los que efectivamente se revela que la Asociación Civil adquirió la superficie en carácter de propietaria el 16 de junio de 2015 (durante la coordinación de José de Jesús Franco López). Dicho acto contraviene a la Ley de Ciencia y Tecnología y la Ley Orgánica del Conacyt, pues en ningún momento se establece que debería tener personalidad jurídica (sin la cual es imposible realizar compras y contrataciones, entre otros actos). Para que el Foro pudiera realizar una compra de tal magnitud, se tuvo que conformar como A.C.
Para averiguar el origen del dinero con el que se adquirió el inmueble, el medio de comunicación PODER entrevistó a los últimos tres coordinadores generales de la A.C. que abarcaron un periodo de ocho años. En primer lugar se entrevistó a la doctora Gabriela Dutrénit, posteriormente a la doctora Julia Tagüeña Parga, también y finalmente al doctor José de Jesús Franco.
Dutrénit ocupó el cargo durante el periodo de 2012 a 2014, y según sus propias declaraciones, para cuando ella tomó el cargo la A.C. ya poseía entre sus fondos privados un monto aproximado de 30 millones de pesos (mdp). El Foro A.C. fue constituido en 2002, por lo que la asociación habría acumulado un promedio de 2.7 mdp por año sin hacer públicas estas finanzas.
En entrevista para PODER, Dutrénit comenta que el dinero con el que compraron la casa proviene de un fondo que se heredó de la administración de José Luis Fernández Zayas, el mismo investigador que prestó su firma para impulsar la Reforma Energética de Enrique Peña Nieto. Ella comenta que recibió aproximadamente 30 millones de pesos de un contrato que pudo relacionar con la contratación del Foro para investigar lo ocurrido con el desastre minero en Pasta de Conchos.
Asimismo, Dutrénit, aseguró que su administración no ejerció ese recurso y dijo: “Yo entregué el dinero tal cual lo recibí, mi administración sólo trabajó con fondos del Conacyt y está todo debidamente notificado”. Además, agregó que la compra de la casa fue ejecutada durante la gestión de su sucesor, José de Jesús Franco López.
Por su parte, Franco López reconoció que no se dio a la tarea de investigar de dónde venía el dinero con el que el Foro A.C. adquirió esta casa.
En el mismo tenor, en la actual administración de la A.C. (Adriana Ramona Guerra como secretaria técnica y Julia Tagüeña como coordinadora general, quienes ofrecieron entrevista para PODER) aseguran que operaron con fondos meramente públicos y que los recursos con los que se adquirió la casa son resultado de otras actividades que realizó la A.C. en un periodo que no les corresponde.
Estas actividades (la investigación por la tragedia de Pasta de Conchos) que sí tenían fines de lucro no fueron reportadas en ningún sitio. Además, en la página web del Foro A.C. no aclaran específicamente qué porcentaje del dinero que recibían del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) servía para actividades académicas o cuál era el porcentaje o monto que era destinado a otras de sus actividades. Lo que sí sostiene es que el inmueble ahora pertenece a los constituyentes de la A.C.
El dinero utilizado por el Foro A.C. provenía principalmente de dos fondos: Fondo Institucional del Conacyt (FOINS) y del Programa de Apoyos para Actividades Científicas, Tecnológicas y de Innovación (“Programa Presupuestario F002”).
Pero las Reglas de Operación del Fondo y los Lineamientos de gasto del F002 distan mucho del uso que le dieron los coordinadores generales del Foro.
Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, las condiciones del Foro A.C. fueron decayendo. El momento más complicado fue cuando el Presidente en febrero de 2019 señaló que cierto grupo de académicos viven como una “Burocracia Dorada”.
“Hay mafias en todo, hasta en la ciencia. Y aunque parezca increíble… en la cultura, en la intelectualidad, hay cotos de poder que eran intocables, con sueldos elevadísimos”, declaraba el Presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, frente a los cientos de periodistas que asisten todos los días a su conferencia de prensa matutina. Ese día, nadie objetó. El Presidente tenía la razón, pero nadie reveló las pruebas1. “Es importante ventilarlo todo, están muy molestos algunos del Conacyt, los machuchones´(…) Espero que se ventile este asunto”, continuó López Obrador.
La denuncia del Presidente ocurrió en junio de 2019, pero no fue hasta el siguiente mes que Conacyt emitió el comunicado de prensa en el que se anunciaba que el recorte afectaría al Foro A.C. En el documento oficial se advertía que esta asociación duplicaba funciones y se atribuía facultades por encima de la Ley de Ciencia y Tecnología.