Lorena y la sorpresiva derrota
Everardo Solís Palma
La seguridad de un triunfo inobjetable se ha ido diluyendo paulatinamente y de forma permanente. Al inicio de la campaña electoral, nadie en el equipo de Lorena Cuellar Cisneros hubiera creído que apenas unos días después de iniciada la campaña, las gráficas se movieran negativamente de forma tan abrupta. Ni siquiera en el equipo de la otra candidata lo hubieran imaginado y al día de hoy, jueves 14 de abril de 2021, las encuestas y la percepción general en Tlaxcala ubican, en el mejor escenario, a la abanderada de morena, apenas dos puntos arriba de Anabell Ávalos Zempoalteca y en el peor escenario, esta última política ya gana esos dos puntos porcentuales.
En el equipo de Lorena y en el círculo cercano priva el estupor, lo mismo que en el presunto Comité Directivo Estatal de MORENA y en la dirigencia nacional. Se reparten culpas y se señalan unos a otros por la precipitada caída de las preferencias electorales. Todos se dicen inocentes y todos se saben culpables, ya sea por acción que por omisión y ven con profunda preocupación que la gubernatura se les va de las manos y que no hay forma ni idea ni voluntad por revertir la tendencia a la baja en las encuestas.
Y es que, reales o supuestas, autorizadas o no, creíbles o no, trajes a la medida o de plano cifras a modo o ejercicios demoscópicos profesionales, las encuestas parecen mostrar un irreversible triunfo de Anabel Ávalos, victoria que, según los más conservadores, podría no ser tan amplia pero sí suficiente e inobjetable como para darle legitimidad y autoridad. Lo cierto es que en la combi, en las reuniones de café, en la plática familiar y hasta en la percepción de los periodistas, la campaña de Juntos Haremos Historia va a la baja de forma irreversible e irrefrenable.
Explicaciones hay muchas, pero todos coinciden con que el golpe mortal a las aspiraciones de Lorena se lo dio la absurda e inaceptable designación de candidatos de MORENA a las presidencias municipales. Nadie en su sano juicio va a creer que hubo encuestas y que, si las hubo, esos horrorosos resultados dieron la precandidatura a los ganadores. Para la mayoría de los tlaxcaltecas, las candidaturas de MORENA a las alcaldías son una burla y la más burda imposición.
En las kilométricas listas de aspirantes a la candidatura municipal había verdaderos personajes, líderes reales, fundadores, gente con talacha, experiencia, trayectoria y experiencia, pero sobre todo, con simpatía y seguidores, mismos que al verse traicionados, dirigen sus pasos hacia otros colores y siglas y otros, simulan lealtad y se hacen como que se alinean, pero en corto, planean y ejecutarán la venganza en contra de MORENA. Esa es una realidad y se va a reflejar en las urnas.
Por otro lado, en la CEN de MORENA, en la casa de campaña, desde la dirigencia estatal y desde los líderes del partido en el poder federal nadie ha sido capaz de convencer a la militancia y simpatizantes de que una verdad diferente a la percepción generalizada. Y para acabarla de fregar, cada que alguien sale a tratar de dar explicaciones, sólo complica las cosas y se hunde en un discurso absurdo e inaceptable. De esa forma, la derrota de Lorena Cuellar Cisneros de cocina día a día.
Por lo que respecta Anabell Ávalos Zempoalteca las cosas marchan de maravilla. Por un lado, pocos o muchos grupos se unen a su proyecto Por la Grandeza de Tlaxcala y muchos líderes, grandes o pequeños, importantes o no, se adhieren de manera continua; de grano en grano se llena el buche. Y, por otro lado, el discurso de la alianza encabezada por el PRI, PAN y PRD despega, convence, cubre expectativas. Si acaso algo habría que reprocharle sería su área de comunicación social que ha unido al gremio periodístico, pero en su contra.
Analistas serios, profesionales, objetivos, creíbles, dicen que la caída de Lorena es real y que el avance de Anabell, lento, es inobjetable y que le va a alcanzar para ganar. Lo dicen ellos que saben o creen saber lo que dicen, pero también lo dice la raza y esa, esa no se equivoca.