Por Lía Tapia.

En muchas ocasiones he llegado a escuchar personas que dicen que no les importa cómo se visten o piensan que la Imagen es un tema superficial y que no tiene nada que ver con lo que somos en realidad.

Pues si eres de los que piensa esto, déjame decirte que estás dándole menos crédito a la apariencia del que deberías. Por supuesto es importante prestar más atención a lo que eres por dentro, cómo te sientes, tus habilidades, tu personalidad, etc., pero hay dos cosas que debes tener muy en cuenta también.

La primera es que, lo quieras o no, la primera impresión dura tan solo 30 segundos y por lo general consiste únicamente en lo que proyectas físicamente. La segunda es que si tienes en orden tu nivel interior, tus sentimientos, el trabajo en tus habilidades y la autenticidad de tu personalidad, no tienes nada de qué preocuparte con tu imagen, ya que proyectar todo tu potencial vendrá casi que con naturalidad.

Por lo tanto tu apariencia, y por añadidura la ropa que usas, suman un todo. No solo porque refleja todo eso que a nivel interior quisieras que otros conocieran de ti, sino porque con ella puedes comunicar cosas que muchas veces no lograrás decir con palabras.

Pero así como las metas y los proyectos, tu imagen también necesita trabajo y estrategia, por lo que es necesario que la planees con cuidado para conseguir todo aquello que anhelas. Para esto, es importante tener en cuenta 4 elementos: cuerpo, interior, imagen y estilo, por lo que te contaré un poquito de cada uno de ellos.

Saca partido a tu imagen

Tu interior es todo lo que tienes a nivel de personalidad. Sin embargo, esto es lo que en realidad se refleja en nuestra imagen y es ahí donde tenemos que encontrar los puntos en los que más queremos trabajar y aquellos que más queremos destacar a la hora de construir una imagen.

Tu cuerpo es el resultado de tres cosas: tu genética, tu contexto y tus decisiones. Mucho de lo que tu cuerpo es, no lo puedes controlar, a menos de que incurras en cirugías o medidas extremas, e incluso así hay muchas cosas que no podemos modificar, pero es importante que reconozcas la belleza que tiene tal y como es y aprendas a conocerlo – amarlo para sacarle el mayor provecho.

Tu estilo viene de tu estilo de vida. Muchas personas creen que estilo es tu forma de vestir, pero en realidad es algo que cubre todos los otros elementos anteriores. Estilo va mucho más allá de lo que percibe la mirada. Tu estilo es tu ideología, tu forma de llevar la vida, tu esencia, tus sentimientos, lo que te hace vibrar y lo que te apaga. Todo lo que te hace único desde tu centro, es todo aquello que eres en esencia y no puedes evitar.

Ahora que sabes la diferencia entre todo esto, es momento de que te hagas una pregunta fundamental: ¿para qué tengo el estilo que tengo? Por más de que pienses que no te importa mucho lo que te pongas o cómo te vistas, la ropa que compras la has elegido por una razón y con cierto nivel de criterio.

Ahora bien, crear tu nueva imagen es algo que requerirá de muchos elementos que te estaré compartiendo en las siguientes, columnas, pero por ahora debes determinar esas razones que te llevan a tener el estilo que tienes, y encontrar qué es lo que

realmente quieres lograr proyectar con tu imagen. Teniendo eso claro, es hora de que empieces a comprar con un plan en mente. Siempre que compres una nueva prenda, debes tener en cuenta estas nuevas razones u objetivos que te has planteado a demás de pensar:

  1. ¿Con qué me la voy a poner?. De lo contrario, terminarás comprando prendas sueltas que no sabrás con qué ponerte y no te ayudarán a estructurar esa nueva imagen que buscas.
  2. ¿Me siento YO con esta prenda y la voy a usar de verdad? De nada sirve comprar prendas que se le ven geniales a alguien más. Recuerda que tu imagen debe ser algo que salga da ti y que refleje tu esencia, no la de otro.
  3. Si es posible, ¿Qué prenda voy a reemplazar por esta? No se trata de llenarnos de ropa y terminar con un armario lleno de ropa y sin nada que ponernos. Es importante tener las prendas necesarias que más reflejen nuestra autenticidad, para que nuestra imagen sea realmente con la que soñamos.
  4. ¿Es básica, clásica y atemporal? Está bien que en ocasiones compremos prendas que sigan la moda del momento, pero trata de que sean pocas y muy esporádicas. Lo ideal es que no te llenes de prendas que vas a dejar de usar en poco tiempo o que sean muy difíciles de combinar, o de lo contrario tu armario no tendrá versatilidad y tendrás que renovarlo frecuentemente.

Estos primeros pasos te ayudarán a empezar a estructurar un plan para lograr el estilo de vida con el que tanto sueñas, construyendo una imagen que sea acorde a tu cuerpo y en línea con tu interior.

Acompáñame en este viaje para que hagamos de tu imagen tu mejor aliado y comiences a cumplir tus objetivos.

Con cariño, Lia. @possebylia

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