Por Gandhi Vázquez
Ya están presentes las fechas navideñas en casi todo el mundo, y junto con ellas, un cúmulo de tradiciones y costumbres que van desde lo familiar hasta lo poblacional comienzan a emerger en el mes decembrino. Las esferas navideñas de cientos de formas, colores y materiales combinados para todos los gustos, el típico arbolito navideño adornado con luces, éstas últimas adornando las casas, desfiles, ferias, comidas, abrazos y claro, una maqueta que escenifica el nacimiento de Jesús a la que comúnmente llamamos nacimiento.
Cuando hablamos del nacimiento, podemos encontrar desde algunos discretos en los hogares, hasta aquellos de escala real que siempre buscan embellecer (por lo regular) el espacio en donde también se coloca el árbol navideño. Personajes que participaron en la escena, los famosos animales en diversas escalas donde una gallina es del tamaño de un elefante, los reyes magos y, el pesebre, todo adornado de materiales que intentan simular el medio en el que se desarrolló dicho evento.

Al detenernos a observar las representaciones, podemos notar que hay muchas zonas verdes adornadas con un material que, pareciera que no, pero es completamente natural, un verde que asemeja a una hermosa alfombra, ideal para forrar montañas, caminos e incluso techos de las pequeñas casas, me refiero al musgo.
Los musgos son plantas, que por lo general son de tamaño pequeño, viven sobre una variedad de sustratos como el suelo, algunas rocas, en troncos de algunos árboles, en donde la principal característica es el ambiente húmedo, incluso algunos se pueden encontrar flotando en cuerpos de agua dulce sin ser plantas acuáticas. Dadas las descripciones de su hábitat, en México se pueden encontrar 984 especies y variedades distintas de las casi 13,000 que existen distribuidos en todo el mundo.
Las especies de México han sido estudiadas a lo largo de los años, y aunque aún falta bastante por descubrir y describir, a la fecha, se conocen varios de los servicios ecológicos que brindan a la naturaleza y que desconocemos en su mayoría. Dentro de las principales funciones de los mugos en la naturaleza, es la retención de agua, pueden retener tanta agua como varias veces el peso de su cuerpo, imagina poder almacenar tan sólo dos o tres veces tu peso en agua, serían varios litros que, cuando los musgos van liberando, ayudan a que la lluvia se pueda infiltrar en el suelo, a que la erosión del suelo disminuya y a que se mantenga la humedad en el ambiente.

Gracias a la capacidad que tienen para captar ciertos elementos ya sean benéficos o tóxicos, pueden usarse como indicadores de tolerancia ambiental. Los musgos pueden tolerar niveles de metales pesados, que son tóxicos (cadmio, plomo, cobre, etc.) por lo tanto, si encontramos crecimiento de musgos en lugares donde regularmente no crecen, entonces podemos sugerir que en ese medio puede haber una liberación de estos agentes tóxicos y así prevenir un desastre ambiental. Otro ejemplo es el “aviso” que dan los musgos ante la mala calidad del aire atmosférico de las cuidades, ya que, la muerte de estas plantas que habitaban en árboles de regiones urbanas puede indicar una alta concentración de bióxido de azufre, un contaminante que se produce por la quema de gasolina realizada por los autos, los mugos al ser sensibles ante este tipo de contaminantes, mueren.
También tienen relación (como en todo sistema ecológico) con otras especies, sirven como germinadores de ciertas plantas, en un bosque, en los musgos germinan las semillas de los árboles que, en decenas de años, alcanzarán el tamaño que vemos cuando vamos de paso, además funciona como refugio para animales pequeños, además de que son usados por otros animales como material de construcción para sus nidos, un ave conocida por muchos y que aprovecha este recurso, es el colibrí.

En estas épocas decembrinas, el uso del musgo como adorno, hace que los vendedores extraigan de forma descontrolada a esta planta de los bosques, se cree que anualmente por regiones, se extraen hasta 50 toneladas de musgo a finales de año, sin tomar en cuenta los puntos que ya cité, además de no tener un control de manejo del mismo. Debido al saqueo, los bosques, los indicadores, la relación con otros organismos se ven afectados de forma importante, es por ello que en la actualidad la extracción y compra es regulada y penada con multas que varían dependiendo de la región del país y que pueden ir desde los 6,000 pesos hasta el millón y medio de pesos según la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable y la SEMARTAT.

En lo particular considero que es importante conocer qué es lo que estamos usando, de dónde proviene y qué es lo que estamos afectando a través del camino de esa materia prima y hasta que llega a casa, es bueno saber que hay alternativas para el uso de naturaleza viva y también hay que entender que no está controlado su manejo, respetar a la naturaleza al final nos dará un beneficio más amplio que el que obtenemos viendo un lindo nacimiento un mes al año. El musgo es una planta que a simple vista es sencilla, “sin chiste” y que pensamos en ocasiones que el mejor uso que podemos darle es como adorno, pero detrás de esa simpleza, hay un trabajo complejo, que forma parte importante en un sistema natural y que por el “simple” hecho de comprar o vender, podemos ser acreedores a una sanción, que si se compara con el daño que se le hace a un bosque, es hasta injusta.