María Luisa Flores

Tlaxcala, una entidad denominada cómo “pequeña”, ocupa curiosamente el lugar 16 en la lista nacional de estados que ejerce mayor gasto en sus congresos estatales, ya que, hay una aportación de 200 pesos por habitante, lo que se traduce en 11.6 millones de pesos por congresista, en lo que respecta a la entidad.

Lo anterior, con base a la última actualización del informe legislativo 2022, denominado “Congresos Ricos, Auditorías Pobres”, que presentó el IMCO Centro de Investigación en Política Pública, sin fines de lucro.

No obstante, cabe resaltar que, aun así, la entidad se coloca por debajo de la media, pues el ranking de esta lista lo encabezan Baja California, Ciudad De México y Michoacán, con un gasto por legislador de 27.0, 24.2 y 23.3 millones de pesos, respectivamente.

En contraparte, los estados que menor gasto ejercen sobre los congresos estatales, son de mayor a menor, Yucatán, Puebla y Colima, con cantidades de 5.6, 5.5 y 4.6 millones de pesos respectivamente.

Lo que coloca a Tlaxcala, justo por debajo de la media nacional, junto a las entidades de Sonora, San Luis Potosí y Baja California Sur, con un gasto que no rebasa los 12.4 millones de pesos por congresista.

No obstante, es importante remarcar las anotaciones que realiza el IMCO sobre este informe legislativo, en el que destacó que “existen grandes asimetrías presupuestales entre los congresos y las auditorías estatales que no responden a las diferencias poblacionales, económicas o territoriales de los estados”, se leé en el comunicado.

Ello, pone de manifiesto las grandes diferencias que oscilan entre la relación del tamaño de un estado en términos de su densidad poblacional, territorio y presupuesto, así como los números de congresistas por recintos legislativos.

En este sentido, el comunicado es preciso al señalar que “los congresos que no son vigilados pueden ignorar sus responsabilidades y volverse cómplices de malas administraciones”, pues pese a que generalmente, los poderes legislativos destinarán el 27.2 por ciento de su presupuesto a la auditoría en este 2022, aún existen “disparidades presupuestales, cuando se compara el presupuesto de las auditorías en términos relativos a la población de los estados”.

Por ello, es de mencionar que, en cuanto a auditoría, al contrario de cifras, la entidad tlaxcalteca ocupa el sexto lugar, al destinar tan sólo 59 pesos por habitante para este proceso, mientras que los estados que encabezaban el mayor presupuesto por congresista, que son Baja California, Ciudad De México y Michoacán, ejercerán 72, 45 y 41 pesos respectivamente.

En tanto, los estados de Yucatán, Puebla y Colima, que cerraban la lista en los puestos más bajos en gasto de presupuesto por congresista, al contrario, aportó 37, 29 y 49 pesos por habitante para el mismo proceso.

Ante estas y otras inconsistencias, el IMCO recomienda que al menos el 20 por ciento del presupuesto total del congreso se destine a las auditorías, en tanto se medirá el número de pobladores por congresista local, en acuerdo al tamaño de la entidad federativa por su territorio y población, además de que deberán evitarse brindar puestos de trabajo sin perfil o experiencia “de forma clientelar”.

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