Por Sofía Rodríguez
El de Lorena Cuéllar, ha sido, por mucho, un gobierno de grandes logros, un gobierno de puertas abiertas al pueblo, un pueblo que es escuchado y muestra de ello, fue el gran número de asistentes presentes en la fiesta del primer año de la cuarta transformación en el estado, un año de la nueva historia que cada día, la titular de ejecutivo se ha encargado de escribir a través sus funcionarios, en favor de la sociedad Tlaxcalteca.
Un año, en el que el rostro de Tlaxcala, ha cambiado de forma impresionante en todos sus rubros, seguridad, turismo, salud, bienestar social, educación y deporte, son solo algunos -por mencionar algunos- de los sectores en los que la nueva historia ha volcado y ha impactado de forma súper positiva, y estoy tan segura como tú, estimado lector, que más y mejores cosas se vienen para nuestro amado Tlaxcala.
El sábado pasado la mandataria estatal festejó con la ciudadanía el primer año de gobierno, acto en el que agradeció el fraterno apoyo de su gente, el apoyo de los miles de tlaxcaltecas que le otorgaron el honor de servir a la entidad, aquél seis de junio de 2021, con una votación histórica de triunfo para la 4T y los ideales del pueblo; y el apoyo que sigue vigente para hacer que cada día, nuestro querido Tlaxcala, avance siempre hacia delante.
Y la oposición de seguro se preguntó ¿Por qué la celebración?; Es muy simple: Lorena Cuéllar, en un año de gobierno, ha logrado la comunicación, la cercanía y la atención de la que las pasadas administraciones encabezadas por el blanquiazul o el partido del tricolor, carecieron enormemente ante los ciudadanos, lo que produjo una hostilidad y una falta de vinculación entre la administración y el pueblo.
Hoy en día, es algo verdaderamente común ver a la titular saludando a la gente, siempre dispuesta a la escucha y al diálogo, y no es algo que me esté inventando, basta ver la opinión de muchas personas, y la satisfacción de tener, no sólo una jefa del ejecutivo, sino una verdadera líder que ha devuelto la esperanza.
En este primer año, Cuéllar Cisneros, ha trabajado contra el gigante bastión que ha representado la pandemia del Coronavirus; asimismo, ha brindado seguridad social para la clase trabajadora, de los sectores de la salud y la educación.
Y ante el golpe de crisis que fue generado a nivel mundial, Tlaxcala valientemente va saliendo de la cloaca en la que el priísmo dejó sólo una mala imagen de trabajo, pues para este año, múltiples proyectos ya se están preparando para combatir cualquier riesgo de enfermedad, o padecimiento en la economía.
En turismo, que fue otro de los sectores cruelmente dañados, la titular de Sectur Tlaxcala, viene con promesa de cambio, promesas que ha cumplido, pues en poco tiempo, más gente de la CDMX ha visitado nuestra entidad, y ahora sabemos que seguirá la misma dinámica para lograr que cada vez más y más personas pernocten en la capital y en otros municipios que tienen tanto para ofrecer; tan sólo con la temporada de las luciérnagas, y el trabajo de coordinación con los centros de avistamientos, sabemos que el asunto va a sorprendernos más de lo esperado.
Aunado a ello, el desarrollo económico estará a la orden del día, pues de acuerdo al titular de Sedeco, de los primeros 365 días de gobierno a la fecha, se han logrado 8 mil millones de pesos en inversiones y una cifra histórica de más de 105 mil empleos que sin duda se reflejará en una mejor calidad de vida; con ese crecimiento, cabe destacar que Tlaxcala se ha convertido en el blanco ideal para inversiones de países como India y China, por eso al comienzo mencionaba de que más y mejores cosas vienen para nuestro estado; y más asuntos podríamos comentar, pero solo quiero enfatizar el porqué del festejo.
Caras vemos, gobierno sí sabemos, lo que presenciamos la tarde del pasado sábado, fue la algarabía de gente agradecida con una gobernadora con sensibilidad para el pueblo, una gobernadora que ha sabido, de todas las formas posibles, colocar el nombre de Tlaxcala en lo alto, trabajando bajo los principios nacionales de la cuarta transformación, no mentir, no robar y no traicionar.
Que así como éste, el pueblo de Tlaxcala siga festejando la experiencia de la Nueva Historia.