Por Sofía Rodríguez

Si recapitulamos en esencia los años pasados, – y con pasados nos referimos al siglo 20 e inicios del 21 – han existido n cantidad de debates de la existencia del “estado más chiquito” en el mapa, o el “municipio que pertenece a Puebla”, llegando por completo a ridiculizar la presencia tlaxcalteca al convertir a esta entidad federativa en el blanco de muchas críticas, estigmas, burlas y de los numerosos memes que circulan en la red y el dominio público que pretende hacer invisible lo totalmente palpable en historia, tradición, cultura y gastronomía, así como en otros aspectos positivos que tenemos para presumir.

Por eso no podemos negar el imparable trabajo de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, que desde su campaña y sus diversos puestos como figura pública, nunca ha olvidado el objetivo primordial que la llevó a ganar ampliamente las elecciones de aquel 6 de junio de 2021, y a convertirse así, en la gobernadora más votada de la historia: Empoderar a Tlaxcala, acción que no la hace cualquiera, sólo una persona como ella, que ha conocido historias de vida en los sectores más vulnerables, se puede proponer realizar.

Desde haber logrado que el país, así como otras naciones hayan volteado su mirada al estado, con el Tour Mundial de Voleibol de Playa 2022, Tlaxcala Challenge, en el que atletas de América, Europa, Asia, y Australia, se dieron cita durante cinco días seguidos en la plaza de Toros Jorge “El Ranchero Aguilar”, y en el centro histórico de la capital pese a las críticas de unos cuantos derechairos sobre este evento, hasta lograr la inauguración de Casa Tlaxcala, en Nueva York, para atención a los connacionales y que además muestra la riqueza cultural de nuestra entidad, Lorena Cuéllar ha logrado llevar el nombre de Tlaxcala a lugares en donde jamás imaginamos que llegaría.

De la mano con estos objetivos, no olvidemos que el sector Salud también ha sido uno de los más trabajados, ante todo luego del desastre que dejó el ex mandatario anterior de quien no mencionaremos su nombre, pero que sus aportes a la economía local, en una época ataviada por el golpe de crisis económica ante la pandemia del SARS-Cov2, resultaron en ningún cambio de beneficio para la población.

En cambio, destaquemos que tan pronto y comenzó la escritura de la nueva historia de la mano de Cuéllar Cisneros, ella junto con su equipo de trabajo inauguraron los kioscos de recarga o préstamo de tanques de oxígeno, aportando así una gran ayuda a la economía tlaxcalteca, ya que debemos enfatizar el precio que oscilaba para estas actividades, podían ir desde los 2 mil hasta los 5 mil pesos.

Además, ha tomado las riendas de una lucha importante, en la que otras administraciones sólo habían reportado su nula presencia, la lucha por la defensa de los derechos de las mujeres tlaxcaltecas, sin olvidarnos que, desde el inicio de su gobierno, este tema fue prioridad en su agenda de trabajo procurando de este modo, que, en las instancias afines a este rubro, se les brinde a las víctimas de violencia la atención correspondiente para alzar la voz, sin dejar de mencionar la reactivación de la línea telefónica 089.

Desde el Centro de Justicia para las mujeres, pasando por el Instituto Estatal de la Mujer y por el Instituto del Deporte de Tlaxcala con su más reciente colaboración a la sociedad, el gobierno se ha encargado de demostrar en todo momento el cobijo a este y otros sectores que se encontraban alejados de la mano y, sobre todo, del interés de las autoridades en el poder.

De igual forma no podemos olvidar el trabajo coordinado que ha buscado realizar el gobierno en los diversos municipios para brindar la atención para personas en general víctimas de violencia, y el reciente anuncio de la apertura de los dos módulos de atención en Tlaxco y en Zacatelco, así como la preparación de una Ley de Víctimas y así trabajar en lograr recuperar la confianza ciudadana.

Esta ardua tarea le ha valido a ella y a sus funcionarios de gobierno inexorables horas de trabajo, por lo que podemos afirmar que los resultados han sido gratos para la población, pues el orgullo de ser tlaxcalteca ha salido a relucir más que nunca en las personas, y aún más que en pasadas administraciones que encabezaba el partido tricolor, donde el orgullo sólo se sacaba en los eventos “de corbata” y la amabilidad sólo era para las fotografías oficiales, y de ahí, simplemente nada, nula atención, clasismo y discriminación, eran los principios del último y penúltimo titular del ejecutivo.

Sin duda estimado lector, que si de empoderamiento hablamos, el gobierno ha sacado la casta por este estado y todas sus virtudes, es de reconocer que nuca en la historia de Tlaxcala nunca un gobernador había tenido tanto acercamiento a las comunidades y a su población como lo ha tenido desde siempre la gobernadora, así como ese afán de orgullo con el que siempre se expresa de Tlaxcala en todas sus formas posibles.

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