Conoce todos los detalles sobre la aplicación del Plan D-N-III-E, por el ejército aéreo mexicano en temporada de huracanes

Faridhi Rodríguez

En un nuevo recorrido de Planeta Tlaxcala, hacia la base militar aérea, pudimos conocer de cerca la aplicación del Plan D-N-III-E, que es un protocolo que funciona durante la temporada de huracanes en México, efectuado por el ejército aéreo mexicano.

En compañía de la teniente de Fuerza Aérea Aerologista, Lorena Leal Alejo y del teniente de Fuerza Aérea controlador de vuelo, Jesús Santiago Morales, ambos pertenecientes al Escuadrón 601, de Atlangatepec, observamos de cerca el trabajo efectuado por miembros militares para garantizar el bienestar de la población, pese a las inclemencias climatológicas.

En palabras del teniente, Santiago Morales, explicó que el protocolo D-N-III-E, es un plan estratégico militar para salvaguardar a la población en caso de algún desastre o agente perturbador de origen natural o humano; dicho plan entró en vigor en el año de 1966, tras haber sido aplicado durante el Huracán Inés, que azotó la región sur del estado de Tamaulipas al desbordar el río Pánuco y el norte de Veracruz; asimismo, dijo que en el año de 1985, el Plan D-N-III-E, volvió a ser aplicado, dando resultados óptimos, lo que además sentó el precedente para la creación del Sistema Nacional de Protección Civil, en 1986.

En cuanto al proceso de la aplicación de este protocolo, explicó que se divide en tres faces que consisten en la Prevención, etapa en la que se efectúa la coordinación de puntos de trabajos de gobierno y otras autoridades policiales, militares o civiles, para prevenir o tratar de mitigar alguna afectación a la población; en la Fase de Auxilio, se establecen los puentes aéreos y comienzan los trabajos de localización de afectados; y finalmente, en la etapa de recuperación, se despeja un equipo de comunicación, se preservan los bienes y la vida humana, se restablecen los puentes aéreos y se suministran los víveres, insumos médicos, además de realizarse la evacuación de heridos.

En intervención de Lorena Leal Alejo, señaló que en caso de huracanes y de otros fenómenos naturales, los mandos territoriales siempre se encuentran en fase de Prevención, de acuerdo a la información que emita la Dirección del Servicio Meteorológico – que cabe resaltar, funciona las 24 horas los 365 días del año – para decidir cómo desplegar al personal, dependiendo del nivel de afectación del Huracán; por lo consiguiente, abundó que la fuerza del huracán es medible de acuerdo a la Escala de Saffir-Simpson, que define la categoría de dicho evento de la naturaleza, en función de la velocidad de los vientos.

Asimismo, explicó que es importante que la sociedad civil, haga caso sobre las indicaciones militares, toda vez que el ejército se mantiene en adiestramiento continuo para salvaguardar las vidas de los civiles; asimismo, dijo que la sociedad puede apoyar en la tercera fase, con víveres, servicios médicos y apoyo a albergues.

El uso de aeronaves no tripuladas

Sobre este tema, el teniente Santiago Morales, explicó que las aeronaves no tripuladas por el ejército aéreo durante la aplicación del Plan D-N-III-E, se utilizan para vuelos de reconocimiento, supervisión constante de áreas susceptibles por fenómenos naturales, para visualizar en tiempo real el desarrollo de dichos eventos naturales y posteriormente, para la evaluación de daños; para dichas tareas, las aeronaves están equipadas con sensores y cámaras especiales que precisan las necesidades el Ejército aéreo mexicano.

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