El dirigente más destacado del Movimiento de independencia de la India contra el Raj británico, apóstol de la no violencia, además de pacifista, político, pensador y abogado hinduista indio. El más grande defensor de los derechos humanos en India, Mohandas Karamchand Gandhi, había tratado de convencer a Adolf Hitler de que detuviera la guerra escribiéndole.
“Querido amigo” … Es con estas palabras que Gandhi elige escribir a Adolf Hitler. O cuando el pacifismo aborda la barbarie. Dos cartas poco conocidas que el periodista y escritor Gilles van Grasdorff publica en su nuevo libro, Las vidas ocultas de Gandhi y de las que se han dado a conocer pequeños extractos:
“¿Crees que vale la pena el precio?”
En la primera carta, escrita el 23 de julio de 1939, Gandhi le ruega a “su amigo” que no elija la guerra. “Hoy, está claro que eres la única persona en el mundo que puede evitar que estalle una guerra que hará que la humanidad sea llevada al salvaje. ¿Realmente cree, sea cual sea el objetivo que esté tratando de lograr, que vale la pena el precio?”
Una carta corta y cortés, en un intento por detener lo impensable. “De todos modos, perdóname, si me equivoqué al escribirte”, se disculpa el padre de la independencia de la India, terminando su texto con la fórmula “Sigo siendo tu más sincero amigo”.
“… No el monstruo descrito por tus oponentes”
Diez días después, países como Francia y el Reino Unido declararon la guerra a la Alemania nazi. No obstante, Gandhi reanudó su intento de convertir a Adolf Hitler a la no violencia el 24 de diciembre de 1940. Esta vez aclaró: “Que me dirija a usted como amigo no es una mera formalidad. No tengo enemigo. Durante los últimos treinta y tres años, mi negocio en la vida ha sido ganarme la amistad de toda la humanidad uniéndome con la humanidad, sin importar raza, color o credo. “
También asegura que no tiene “ninguna duda” sobre su “coraje” así como su “devoción”. “Tampoco creemos que seas el monstruo descrito por tus oponentes”. Para Gandhi, son sus acciones las que son “monstruosas” y “ajenas a toda dignidad humana”. Continúa: “Hemos encontrado en la no violencia una fuerza que, si se organiza, sin duda puede ser adecuada para luchar contra una combinación de las fuerzas más violentas del mundo. En la técnica de la no violencia no existe, como les indiqué, alguna forma de derrota. Es “actuar o morir sin matar ni causar sufrimiento”.
En una apelación final, Gandhi implora al Führer que ponga fin a la guerra “en nombre de la humanidad”: “No perderá nada si lleva todas sus diferencias con Inglaterra ante un tribunal internacional de su elección. Si gana la guerra, no significará que tenía razón. Solo probará que tu poder de destrucción fue más fuerte. Entonces, una opinión de un tribunal imparcial mostrará en la medida de lo humanamente posible quién estaba dentro de sus derechos.
Penosamente, las palabras de Gandhi no llegaron al corazón del dirigente alemán, que fue conocido como el hombre que lleva bajo sus hombros la muerte de casi 17 millones de personas, lamentablemente, los escritos de Gandhi no recibieron respuesta.